El octavo día de la semana

¿Cómo pueden sobrevivir la esperanza o el amor en un país devastado por la guerra y la ocupación? ¿Cómo superar la im- pronta de los campos y las cárceles? ¿Cómo vencer el peso del des- tino? Los relatos de Hlasko están profundamente marcados por las heridas que la guerra dejó tras de sí, y sus personajes, condenados a enfrentarse a estas preguntas, luchan por escapar de la desilusión y el cinismo que plaga las calles, aún en ruinas, de la Varsovia de los años ciencuenta. Todos ellos constituyen el reflejo de una generación en busca de una salida.