Estaba yo una noche...

“Estaba yo una noche en mi habitación, muy a gusto. De pronto, llamaron a la puerta. ¿Y quién era? ¡Mi amigo!”. Así de agradable y prometedor comienza Henrike Wilson este libro sin fin. El oso recibe la visita del zorro, el zorro de la liebre, la liebre de la ardilla... ¡y vuelta a empezar! Con acogedoras imágenes, la autora cuenta una historia sencilla pero emocionante que una y otra vez abre nuevas oportunidades narrativas. Este libro cuenta con un lomo flexible que permite abrirlo de forma circular para disfrutar de la diversión de una lectura sin fin.