MEMORIAS DEL SUBSUELO

La principal tragedia del narrador de estas Memorias es que si bien desprecia al oficial del cual debe apartarse cada vez que se encuentran, a los camaradas que lo desdeñan porque no comparte sus altos cargos y honores ni sus múltiples conquistas sexuales, a la prostituta Liza a quien humilla constantemente, en el fondo los envidia genuinamente y cambiaría toda su lucidez por convertirse en cualquiera de esos seres que pueden vivir sin estar en constante lucha consigo mismos. En sus Diarios, Dostoievski formuló el «suicidio lógico», que es consecuencia de la contradicción implícita en la que la naturaleza da al hombre la inteligencia suficiente como para comprender que jamás entenderá el sentido de su propia vida. Precisamente para evitarlo, el narrador de estas Memorias encuentra consuelo en exponernos su miseria por escrito. Por fortuna, los demás podemos dar con una alternativa mucho más asequible: el inmenso deleite y alivio que produce leer las Memorias del subsuelo de Dostoievski.