Uno de los textos más significativos del cristianismo primitivo es sin duda la carta que el apóstol Pablo dirige a la comunidad de Galacia. Al bucear en el contexto social y religioso de dicha comunidad, resulta posible acercarse a las discusiones y enfrentamientos que se produjeron entre los distintos discípulos de Jesús que misionaron en aquella Iglesia.

Tatha Wiley plantea la cuestión de la circuncisión como punto conflictivo de la proclamación llevada a cabo por los diferentes evangelizadores y de las diversas sensibilidades que caracterizaban según el género a los propios miembros de la comunidad.

Si se responde a la pregunta sobre qué hubiera significado exigir o no la circuncisión para ser cristiano, resulta entonces posible iluminar el tema de la participación de los gentiles en las asambleas de Galacia y la problemática del género. La Carta a los gálatas admite de esta forma nuevas interpretaciones y una mayor riqueza de sentido.