«Sin tener claro si los Objetivos de Desarrollo Sostenible son normas jurídicas, ni cuál es su contenido, eficacia y exigibilidad, no puedo demonizar los ODS, pero tampoco defenderlos a ultranza a costa de sacrificar nuestro ordenamiento jurídico». Con esta frase, la autora es plenamente consciente de que la 70ª Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando aprobó tan solemnemente en 2015 los citados ODS, tenía muy loables propósitos, centrados en la reducción de la pobreza, el logro de la educación básica y la sanidad universales, la protección duradera del planeta y sus recursos naturales y la construcción de unas sociedades pacíficas, justas e inclusivas. Pero la profesora Lambea también sabe, siete años después, que los ejes fundamentales para el desarrollo sostenible han sido sistemáticamente incumplidos por la mayor parte de los países firmantes. Y advierte que debe abandonarse la retórica hueca y poner los pies en el suelo. El libro que el lector tiene en sus manos enfoca el derecho a la vivienda desde el convencimiento de que el tratamiento jurídico del mismo ha de conocer importantes reformas de