Cuando el agua es el protagonista de la obra, el paisajista se enfrenta a cuestiones muy específicas que poco o nada tienen que ver con la técnica habitual de la pintura de paisajes. Este libro estudia la técnica de la pintura de marinas, así como la de todos aquellos paisajes basados en la representación del movimiento del agua, de sus colores cambiantes, de los brillos y reflejos que recorren su superficie. Y todo ello explicado con detalle y ejemplificado mediante prácticas y ejercicios que hacen de este título una útil herramienta de trabajo.