Como un ángel sin permiso

Todo proyectil tiene su trayectoria. Del anuncio de una bala eco-friendly noruega al orificio de una bala en el labio superior de un cadáver caraqueño. De una pistola Smith and Wesson expuesta en París a una pistola Smith and Wesson requemada por un coche bomba en Kandahar. De la explosión virtual en un impecable estand de venta de armas israelíes a la explosión real de un misil en Libia. Las crónicas de guerra de Plàcid Garcia-Planas siguen esa trayectoria. De las moquetas del marketing bélico a la morgue de los soldados. De la guerra libia al primer bombardeo aéreo de la Historia; de la tumba de los suicidas afganos a la tumba del judío Adolf Hittler. Relatos cruzados que dan la razón a Mario Vargas Llosa: la realidad es infinita.