Patas de perro

Ésta es la historia de Bobi y Bobi no es un niño cualquiera: ha nacido con unas “robustas y orgullosas, enhiestas y casi fieras” patas de perro. En casa duerme en el suelo, no lleva zapatos y es alimentado con carne cruda. En el colegio es objeto de burlas y agresiones físicas. Durante algún tiempo es convertido, incluso, en una dolorosa atracción de circo. Y sin embargo hay algo en Bobi, mitad perro, mitad humano que nunca termina de ser domesticado.