CUANDO MANDEN LOS QUE OBEDECEN

Patriotas y afrancesados, liberales y serviles, isabelinos y carlistas... Una parte considerable de la clase política que integró los diferentes bandos de la compleja primera mitad del siglo XIX español había madurado trabajando fielmente al servicio de Carlos IV e incluso de su padre Carlos III, otros muchos se habían formado en las universidades absolutistas. Respaldada por la propia monarquía, la élite administrativa e intelectual de la España de finales del XVIII y principios del XIX honraba ya a sus héroes, amaba a su patria y se sentía parte de una nación, si bien tutelada por la Corona. La extensión, además, de conceptos como la ciudadanía, el mérito y la amistad venían socavando los tradicionales valores del Antiguo Régimen para establecer vínculos horizontales entre los servidores del bien común. Personajes de la talla de Jovellanos, Meléndez Valdés, Urquijo, Quintana, Blanco-White o Moratín nos servirán de referencia para conocer la relación de estos hombres (y mujeres) entre sí y con el rey absoluto en los últimos pasos de su accidentado viaje hacia la obtención de la soberanía.

Otros libros de Antonio Calvo Maturana

Descubre más libros de Marcial Pons Ediciones de Historia