El sacramento de la penitencia

«El poder de perdonar los pecados que Cristo tenía en exclusiva (solo Dios perdona los pecados, cf. Mc 2,7) y que concedió a los apóstoles y a sus sucesores (Jn 20,23) para que pudieran perdonarlos en su nombre, es un don inimaginable, porque Dios, cuando perdona, no solo perdona, sino que olvida. Y no solo olvida, sino que nos recrea porque perdona con su poder creador, devolviéndonos la dignidad que tuvimos de niños».

Otros libros de José Antonio Sayés Bermejo

Descubre más libros de Biblioteca Autores Cristianos