¿De qué depende nuestra supervivencia? ¿Cuáles son las cualidades que tienen en común quienes han conseguido superar experiencias al límite de la resistencia? ¿Cómo nos comportamos cuando estamos cara a cara con la muerte? ¿Hasta dónde es capaz de soportar nuestro cuerpo y nuestra mente? Algunas de las respuestas a estas preguntas las encontramos en aventuras vividas en las montañas que muestran la enorme capacidad de superación del ser humano en momentos de adversidad, con un inspirador mensaje aplicable a cualquier tiempo oscuro. Historias como la de Reinhold Messner y su primera ascensión a la impresionante vertiente Rupal del Nanga Parbat en 1970 y el sobrecogedor relato de Doug Scott en el Ogro (1977). Recordemos el escenario del K2, al que quedó para siempre unido a Kurt Diemberger o el Annapurna de Jean-Christophe Lafaille. Relatos inéditos como la historia de Jordi Canyameres en el Dhaulagiri en 1989, de donde no regresó su compañero Quico Dalmases, o el de Chus Lago en el que rememora la experiencia vivida en el pico Pobeda; o el de Juanjo San Sebastián en el Monte Cook.