Los ocho libros de la Segvnda Parte de «La Diana» de Jorge de Montemayor

Dentro del peculiar fenómeno literario que los estudios sobre novela pastoril suelen tildar de “estela de las Dianas”, la Segunda Parte de la Diana (1563), compuesta por el médico salmantino Alonso Pérez, destaca por ser la primera continuación, en absoluto, del modelo elaborado por Jorge de Montemayor con su Los siete libros de la Diana (1558). A la hora de evaluar las características de la obra y de atribuirle un peso dentro del género en el que se inscribe, se hace preciso adoptar una perspectiva de análisis basada en la relación de continuidad/discontinuidad con La Diana de Montemayor y con las demás Dianas de la serie, de la que resulten apuntados con suficiente relieve sus rasgos de originalidad. En efecto, la técnica que Pérez emplea para la redacción coincide con una práctica sincretística que hace confluir en el universo pastoril materiales ajenos a su ambientación, a través de la interpolación en la narración primaria de historias secundarias. Es así como la narración de los problemáticos amores de los protagonistas de la Diana se interrumpe continuamente para dejar espacio a historias de distinto cariz, que se integran en el plot dianeo desnaturalizando, en muchos aspectos, los recursos típicos del género. La presente edición, por tanto, no se propone sino poner al alcance del lector contemporáneo un texto que constituye un eslabón fundamental de la cadena que unirá a muchas obras señeras del género, aclarando en qué medida la Segunda parte de la Diana participó en el proceso de codificación, y subsiguiente consolidación, de la novela pastoril, como género mayoritario de la literatura renacentista y barroca, contribuyendo con su aportación al desencadenamiento de los procesos narrativos que años más tarde llevaron al nacimiento de la novela moderna.