Cómo hablar de Dios hoy

Este libro surge de una insatisfacción personal y de una necesidad pastoral. De la insatisfacción que me produce ver cómo Dios sigue siendo presentado desde categorías provenientes, en su mayor parte, de una cultura religiosa de poder, de atemporalidad y de autosuficiencia. Y de la necesidad pastoral de acercar la belleza de Dios, su ternura y su dinamismo salvador al Pueblo de Dios. Ya alertó el papa Francisco de la tentación de querer encerrarse dentro de lo que está escrito, y no dejarse sorprender por la novedad del Espíritu, que se nos ha dado no para «repetir» sino para «perfeccionar» la comprensión de la revelación de Jesús (cf. Jn 16,13).