El hombre tranquilo

‘El hombre tranquilo’ es una comedia, un western, un drama, pero por encima de todo es una emotiva historia de amor. ¿Por qué millones de fans en todo el mundo la consideran como la mejor película jamás hecha? ¿Por qué ha alcanzado un status de culto hasta el punto de que cada verano el oeste de Irlanda se llena de fans procedentes de todos los rincones del mundo siguiendo la senda de Sean Thornton y Mary Kate Danaher? John Ford fue uno de los mejores directores de la historia, si no el mejor. La eléctrica química entre John Wayne y Maureen O’Hara es una de las grandes historias de amor platónico de Hollywood, y la compañía de repertorio de Ford aportó todo el apoyo y experiencia necesario; Barry Fitzgerald ‘robó’ la función y Victor McLaglen estuvo soberbio; el guión de Frank S. Nugent basado en la historia de Maurice Walsh era magistral, y la fotografía de Winton C. Hoch, majestuosa. Fi nal mente, todo el proyecto fue concebido y desarrollado con infinito amor, cuidado y sentimiento ir landés-americano por ‘Pappy’ Ford, como parte de una ardiente y larga ambición por rendir tributo a sus ancestros irlan