El laberinto de Max

´Siempre he hecho lo contrario que Max. Desde niño. Sobre todo en la adolescencia. Si mi padre quería ir a la playa, yo protestaba porque prefería la montaña. [...] Me pidió que me cortara el pelo, y me dejé melena. Por joder. Decidí no abrir un libro porque él regenta una librería. Esa es la razón de que no haya leído una novela en casi cuarenta años. También por joder. Nos distanciamos. [...] Y nos hemos convertido en unos extraños´.