Mujeres hambrientas

Una madre acuesta a su hija en el interior de un pozo, un hombre se convierte en pájaro para que lo encierren, una bruja se introduce en los sueños oscuros de un conde. Estos doce cuentos exploran la belleza de lo atroz hasta formar un universo personal, recorrido por un mismo sentimiento: el hambre. El hambre de saber qué hay después de la muerte, por qué la maternidad puede maldecir a las mujeres o si el dolor nos convierte en monstruos.

Lourdes Pinel, en su primer libro de relatos, indaga en las posibilidades del género para construir un lenguaje que narre un mundo inédito.

Mujeres hambrientas está poblado por niñas abandonadas, por brujas perseguidas, por sirenas convertidas en monstruos y maternidades malditas, en definitiva, por mujeres hambrientas. Compuesto por doce relatos, este libro, el primero de cuentos publicado por Lourdes Pinel, ahonda en un universo común marcado por el horror y el dolor de la violencia de género, la muerte, los roles impuestos, etc.

Mujeres hambrientas es un libro atravesado por la forma de contar historias en la tradición oral, en la que para explicar lo terrible se recurre a los elementos fantásticos. Encontramos así historias con gigantes todos los primeros de mes, con mujeres que se convierten en sirenas porque no pueden más o familias que mutilan a sus hijos varones cuando llegan a la pubertad.

Las protagonistas femeninas, predominantes en el libro, alzan la voz para hablar de la familia desde su parte más oscura como es el incesto o de las relaciones tóxicas entre madres e hijas. Pero también denuncian el maltrato y la violación, así como se aborda la maternidad, la maternidad como maldición, o la muerte.

Cargados de simbolismos, los personajes van contando una historia en la que lo doloroso y horrible toma una forma fantástica y monstruosa, convirtiendo la literatura en un medio para ayudarnos a enfrentarnos a lo más terrible, la muerte.

Mujeres hambrientas habla de mujeres castigadas, mujeres marcadas, mujeres maltratadas, mujeres que simplemente por ser mujeres son juzgadas y reducidas a un rol, a un trato, a un destino.