Práctica de la emoción
José Ángel Cilleruelo, Rafael Pérez Estrada
Dos poetas que se turnan para lanzar su imaginación al aire y, al hacerlo, reinventar las leyes universales, darle otro sentido a las cosas, trastocar el orden del mundo.Dos poetas se intercambian palabras (todavía es la época de las palabras lentas): así podría haber surgido el universo. Dos poetas que se turnan para lanzar su imaginación al aire y, al hacerlo, reinventar las leyes universales, darle otro sentido a las cosas, trastocar el orden del mundo. Dos poetas, uno de Málaga y el otro de Barcelona, ambos ingeniosos, divertidos y profundos, que han encontrado un modo de relacionarse más allá de lo convencional. Se quieren y se respetan y, sobre todo, se emocionan a distancia pero juntos. Repasan nombres, libros, circunstancias profesionales, artículos, poemas, sucesos personales, viajes. Dos poetas que no se escriben porque se conozcan, sino para conocerse; y porque confían en la sensibilidad y en las metáforas.