Sanar las heridas familiares

Es un hecho más que manifiesto que la medicina moderna y científica siempre ha demostrado su eficacia; pero, al mismo tiempo, todos podemos constatar en nuestras respectivas vidas que, a pesar de los brillantes progresos y sus espectaculares resultados, esta medicina no responde a todas nuestras expectativas. ¿Cómo podría hacerlo si solamente se ocupa del cuerpo físico y del psiquismo?

En la actualidad, parece que las personas hemos dejado de lado, voluntariamente o no, un ámbito fundamental de la experiencia de la vida, sobre todo el relacionado con la naturaleza vibratoria e invisible de la realidad, así como el aspecto espiritual que la sostiene.

Basándose en la distinción fundamental entre el cuerpo físico y celular y el cuerpo vibratorio, Gabrielle Ricq-Chappuis insiste en la importancia que desempeña la memoria del cuerpo vibratorio, es decir, del presente y del pasado transgenealógico del paciente, a fin de que su futuro pueda eclosionar, liberado.

A partir del análisis de ejemplos de sus propios pacientes, la autora nos demuestra que, desde el principio, hay que tener en cuenta los múltiples factores que determinan un estado patológico, y nos recuerda que, en cualquier terapia, todos estamos sometidos a consideraciones individuales; este dato esencial se olvida con mucha frecuencia en los diagnósticos y cuidados terapéuticos.

Por medio del estudio de las causas de las enfermedades y de los bloqueos emocionales que experimentamos en la vida diaria, Gabrielle Ricq-Chappuis intenta acotar las fronteras del sufrimiento y proponer terapias alternativas pero complementarias a la medicina clásica.